La celebración, esta este jueves, 21 de marzo, del Día Internacional de los Bosques es la excusa perfecta para los amantes de la autocaravana para sentarse al volante y acercarse a algunos de los más majestuosos y longevos de cuantos se conservan en la España peninsular.
Si deciden iniciar la ruta en la Cornisa Cantábrica, tienen en Galicia dos citas ineludibles: el Parque Natural de las Fragas do Eume y el Souto da Retorta.
- El primero ocupa una superficie de más de 9.000 hectáreas de los municipios coruñeses de Cabañas, Capela, Monfero, Pontedeume y As Pontes, y está considerado como uno de los bosques atlánticos de ribera mejor conservados de Europa. Dejarse cautivar por él es siempre una opción perfecta para los aficionados al senderismo, puesto que, al paso, irán descubriendo los hermosísimos parajes que caracterizan al río Eume y a su contorno. De hecho, los senderos que lo recorren llevan al visitante a conocer fantásticos restos históricos y arquitectónicos, entre los que sobresalen los monasterios de origen medieval de Monfero y Caaveiro.
- El segundo, un bosque de gigantes situado en el margen derecho del río Landro a su paso por Chavín (Viveiro), es accesible para todo tipo de visitantes, dado que el eucaliptal, en el que el principal protagonismo es para O Avó (El Abuelo), el árbol más alto de Europa, es recorrido por una ruta de senderismo de dos kilómetros de longitud que prácticamente no ofrece dificultad. La longevidad de esta masa forestal, plantada hacia 1880, y la envergadura de O Avó y del resto de ejemplares de eucalipto llevados a Viveiro (Lugo) en la misma época, el Souto da Retorta está declarado Monumento Natural por la Unesco.
Siguiendo el recorrido hacia el este, una excelente alternativa para quienes quieran disfrutar de la naturaleza, es el bosque de Muniellos, en Asturias, que acoge el mayor robledal de España y uno de los mayores de Europa. Declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco, es preciso solicitar autorización para la visita, contactando, para ello, con el Servicio de Atención al Ciudadano del Principado de Asturias. Para ello, se podrá remitir un correo electrónico a la siguiente dirección: SAC@asturias.org o acceder al enlace que el Gobierno del Principado de Asturias pone a disposición de la ciudadanía en su página web.
En la comunidad vecina, Cantabria, se puede visitar otro bosque declarado Monumento Natural por la Unesco. Se trata de un espectacular bosque de secuoyas situado en Monte Cabezón, que fue plantado en los años cuarenta del pasado siglo XX en las proximidades de Cabezón de Sal. Para disfrutar al máximo de esta visita, es aconsejable contactar con la Oficina de Turismo de Cabezón (942 700 332), puesto que, desde ella, se ofrecen visitas guiadas.
Al este de Cantabria, una propuesta espectacular, el Bosque Pintado de Oma, obra del escultor Agustín Ibarrola en el municipio vizcaíno de Kortezubi, que utiliza 47 ejemplares de un bosque de pino insignis de unas cinco hectáreas de superficie como lienzo; su objetivo, cuando lo creó en la década de los ochenta de pasado siglo XX, que, a medida que se avance en este espacio, el visitante descubra una nueva obra o presentación, a partir de la profundidad y del movimiento que le otorgue su propia posición en el pinar.
Al sur de Euskadi, la cita está en Almarza de Cameros (La Rioja), donde se encuentra el espectacular Hayedo de Ribavellosa, que ocupa 200 hectáreas y que cuenta, además, con encinares y pinares. Los recorridos que proponen sus ocho senderos son idóneos para todo tipo de públicos, dado que muchos de ellos ofrecen escasa dificultad. Su belleza, en cualquier caso, es indiscutible, tal y como apuntan desde la Mancomunidad de Anguiano, Matute y Tobía.
La propuesta para los amantes de la naturaleza, si toman la autocaravana para visitar el Pirineo navarro, es descubrir la Selva de Irati (en Orbaizeta), en la que podrán admirar los más de 650.000 árboles, principalmente hayas y abetos, que se encuentran en esta imponente masa que ocupa una superficie de 17.000 hectáreas, subdividida en cuatro grandes áreas: Monte Aezkoa, Azpegi-Iropil, Txangoa y Nabala.
Los hayedos también cobran protagonismo en Aragón, donde sobresalen el hayedo del Paso del Onso (en el valle del Tena, en Huesca) y el hayedo de Peñarroya en el Parque Natural de Moncayo (un entorno espectacular a medio camino entre Zaragoza y Soria, y muy próximo a la ciudad zaragozana de Tarazona, en el que también se pueden encontrar al paso abedules, arces, serbales, mostajos, robles, cerezos, castaños y saúcos). Y, si el viaje en autocaravana, incluye Zaragoza en el recorrido, una de las propuestas más atractivas es, sin lugar a dudas, el rincón del Soto Falso en La Alfranca, a diez kilómetros de Zaragoza, en el que el senderista podrá toparse con grandes chopos y álamos, con árboles caídos y con un sotobosque muy tupido.
Al oeste, la carretera nos llevará a Castilla y León, una comunidad con una importantísima superficie forestal, en la que sobresalen los Pinos de la Laguna Negra, en Soria, en el que se puede conocer un pino albar de 24 metros de altura y más de 5 metros de perímetro; el Ciprés del monasterio Silos, uno de los ejemplares más antiguos de esta especie de cuantos se conservan), el Parque Natural de Yecla y los robledales de Canicosa de la Sierra y de la Laguna de la Cantera, en Burgos; el Robledal de Estalaya, situado en terrenos de León y Palencia, en el Parque Natural de Fuentes Carrionas y en el que es imprescindible visitar el Roblón de Estalaya, dado que se trata de un ejemplar milenario; el Castañar de Villar de Acero, en El Bierzo, o el Faedo de Ciñera, en León; el Jardín del Bosque de Béjar, en Salamanca, donde se encuentra este jardín renacentista, en la finca La Francesa; los Jardines del Real Sitio de La Granja de San Ildefonso, en Segovia.
Madrid, a su vez, también presume de bosques, tal y como podrán comprobar los autocaravanistas. Así, una buena opción para pasear entre hayas es el Hayedo de Montejo, en la Sierra de Ayllon, que, situado en Montejo de la Sierra ocupa una superficie de 250 hectáreas, en las que el visitante se puede topar con corzos, jabalís, tejones gatos monteses, azores, etcétera; el Bosque de la Herrería, gestionado por Patrimonio Nacional, y que dispone de sendas adaptadas a personas con movilidad reducida; el Bosque Encantado, un jardín botánico único en Europa, que está situado a 75 kilómetros de Madrid, en San Martín de Valdeiglesias; o el Bosque Finlandés de Rascafría.
Al sur de Madrid, en Castilla La Mancha, las propuestas para el senderista también son extraordinarias. No obstante, si lo que desean es conocer una masa forestal sorprendente, la alternativa perfecta es el Bosque Encantado de Cuenca, al que se accede desde Buendía. Situado en la Ruta de las Caras, en el recorrido se pueden admirar también 18 esculturas y bajorrelieves, que otorgan a dicho espacio natural de un carácter místico.
Al oeste de la comunidad manchega, los bosques extremeños, entre los que destaca la belleza de los Bosques del Ambroz, en Cáceres, una provincia que, además, presume en primavera de la eclosión de sus cerezos, por lo que otra visita obligada es el Valle del Jerte. Y, en Badajoz, la dehesa, como la que se puede visitar entre Olivenza y Alconchel, donde se encuentra la Finca Dehesa la Cercada.
Al sur de Badajoz, Andalucía y sus olivares, cuyo ejemplar más vetusto se puede admirar en Níjar (Almería), donde se encuentra un olivo milenario de mayor envergadura que los que se pueden admirar en el Monte de los Olivos, en Jerusalén. Aunque también es factible toparse con bosques de encinares y alcornocales, al igual que en Extremadura; y, en la serranía de Ronda, en Málaga, con el Castañar del Valle de Genal, también conocido como el Bosque de Cobre.
Siguiendo la ruta en autocaravana hacia Levante, sobresalen los Sotos y Bosque de la Ribera de Cañaverosa, en Murcia; una Reserva Natural compuesta por todo tipo de árboles de ribera, como chopos, sauces, fresnos, olmos, adelfas, madreselvas, zarzas, tarays y cañas, y donde, además, el viajero podrá conocer el Santuario de la Virgen de la Esperanza, el más visitado, sin lugar a dudas, en la región.
Al norte, y ya en la Comunidad Valenciana, la Dehesa de Saler, en el Parque Natural de la Albufera, un pinar, en el que también habitan otras especies arbóreas, y en el que disfrutarán especialmente los amantes de la ornitología, dado que cuenta con varios puntos de observación de aves.
El trayecto en autocaravana conociendo los bosques más singulares de la España peninsular, puede concluir en Cataluña, donde sobresale la Fageda de Grevolosa, en el municipio de San Pedro de Torelló (Barcelona), con hayas de unos tres siglos de antigüedad; o los bosques terapéuticos de Girona, como el de Can Fornaca, un bosque mediterráneos compuesto por robles, alcornoques y piños piñoneros; o el bosque de Serra d'Heures, protagonizado por sus majestuosos robles.